Por fin llegó el momento de presentar la vajilla de alta cocina.
A modo de catálogo de tendencias, hemos creado un diseño en el que se han conseguido relacionar forma y función de una manera creativa, armoniosa y original.
Las premisas eran las de crear una pieza con volumen, que se percibiera no solo como un plato en el que comer, sino como un elemento escultórico que aportase valores añadidos en la mesa. Un contenedor acorde a los nuevos preceptos de la cocina de autor.
La gama de colores ha sido estudiada minuciosamente hasta encontrar la armonía tonal de conjunto. Agradable en su saturación y acabados, cuentan con sutiles texturas que despiertan los sentidos del comensal, incluso antes de ser servida la comida. Hablamos de ese componente táctil que solo puede aportar la cerámica.
Las piezas han sido reproducidas mediante molde de colada en gres y porcelana, sin llegar a ser nunca iguales unas a otras. Se trata de piezas únicas, ya que el trabajo manual se encuentra presente en todo el proceso.
Los esmaltes evolucionan con variaciones, según los grosores de capa, lo que hace más evidente el valor de pieza única.
Alumnos de 2º Cerámica Artística
Mónica Rivas Lee, profesora de Proyectos y Materiales
Antonio Sillero Sánchez de Puerta, maestro de Taller de 2º