Al iniciar al proyecto nos dimos cuenta, rápidamente, de que era fundamental contar con espacios expositivos en el centro donde ubicar las figuras más destacadas de la colección. Esto tenía un triple interés:
- por un lado se exponía y se difundía la colección
- se liberaba espacio para poder trabajar y catalogar con más fluidez en clases, almacenes y otros espacios del centro
- los alumnos podían participar aprendiendo los rudimentos de la museografía, del montaje de exposiciones e implicándolos en todo momento en la realización de los trabajos previos
Por consiguiente, empezamos prácticas de colocación, de color y de soportes con el alumnado de Bachillerato, más como un divertimento y experimentación que como un trabajo con una finalidad. Su experiencia sirvió para constatar diversos problemas (iluminación, recorridos, sujeción de piezas…) y entendieron lo complejo que es organizar una exposición, cuanto más un colección de yesos de gran valor.